La Presidenta Sheinbaum se encuentra en estos momentos en su nivel más alto de popularidad.
La manera en cómo ha llevado las negociaciones con su homólogo estadounidense, Donald Trump, han impactado positivamente en la opinión pública no solo nacional sino incluso Internacional.
Mientras en Canadá ya le costó el puesto al Primer Ministro Justin Trudeau, y en Europa no saben cómo reaccionar los líderes de las principales potencias, incluyendo el Reino Unido, aquí en México contra todos los pronósticos la Presidenta ha tomado el “toro por los cuernos” y, sin causar aspavientos ni peleas innecesarias, ha logrado para nuestro país lo que muchos analistas veían inviable y hasta imposible.
La Bolsa Mexicana de Valores y el tipo de cambio peso-dólar sin novedad.
La oposición política del PRI y del PAN cada día más mermada perdiendo gubernaturas año tras año y sin un peso específico en la sociedad mexicana.
Pero siempre hay un “pero”. ¿Quién o iba a pensar que el negrito en el arroz sean sus propios compañeros de partido? Y me refiero a Adán Augusto, en el Senado, y Ricardo Monreal, en la cámara de diputados, quienes un día sí y otro también le ponen el pie a cuanta reforma es enviada para su aprobación.
Muestra del disgusto en Palacio Nacional es sin duda la llamada de atención que el día de ayer dio la Presidenta en contra de la Senadora Chávez por sus actos anticipados de campaña, lo que se entiende un golpe a lo más profundo del corazón de Adán Augusto, quien prácticamente quedó descarrilada para ser Gobernadora de Chihuahua como atinadamente mencionamos en una columna anterior.
La guerra de este sexenio será muy parecida al Imperio Romano, donde el Senado nunca comulgaba con el César y que provocó varios magnicidios en esa época. ¿Estaremos ante la escenificación de una lucha de poder con un toque a la Romana?
Veremos y diremos. Por el momento, siento que es muy peligroso estarle pegando a un tigre con 80% de aprobación, los resultados pueden ser iguales a los de varios Senadores en tiempos de Caligula.
Chayote
Nuestro amigo Juan Carlos Pérez Góngora, exitoso empresario Regio y ex presidente de la CANACO de Monterrey y ex diputado federal, por la apertura de su exitoso despacho Pérez Góngora y Asociados en Puebla allá por los rumbos del Mirador. Un aplauso triple a los empresarios que vienen a invertir a Puebla.
Espina
Agua de Puebla que sigue sin mejorar su servicio a pesar de todas las advertencias de las autoridades. Se sienten muy seguros que no hay poder sobre la tierra que les vaya a quitar la concesión y siguen con sus abusos sin que nadie les ponga un alto. Ahora le tocó a los comerciantes del centro histórico a quienes les cobran sin que les caiga una solo gota de agua en meses. Como diría Don Enrique, “eso no se vale”.
Es cuánto y recuerden Abrazos y No Aranceles
