¿Cuánto tiempo al día entrena un atleta de alto rendimiento? Y de ese tiempo, ¿cuánto dedica a su entrenamiento mental?
El sistema de creencias, juicios, emociones, sentimientos, valores y conversaciones internas y externas deciden el desempeño de un atleta más allá de lo físico. Ambos aspectos, mente y cuerpo, son importantes y deben entrenarse al cien por ciento.
Eduard Punset, escritor y divulgador científico, afirmaba que “vivir es urgente. Vivir el momento y dedicar tiempo a lo que de verdad importa. Deberíamos abandonar esa mala costumbre de vivir a medias.” En el deporte estar enfocados en el presente es una disciplina mental que únicamente atletas comprometidos pueden desarrollar.
¿Pero qué sucede cuando tu TODO no es lo suficiente? ¿Qué hacer con la sensación de fracaso? ¿De impotencia? El foco y la gestión mental en cada una de las jugadas fue exacta, precisa, sobre saliente y, sin embargo, no alcanzó.
El futbolista francés Kylian Mbappé sabe muy bien de esto. Qué más da si hiciste un hat-trick, metiste el penal decisivo o anotaste más goles que nadie en toda la Copa del Mundo.
De repente la a vida te pone como el primer perdedor del resto de los que no lo pudieron lograr.
La vida es así, no siempre tu TODO te alcanzará para lograr lo que querías: esa Copa Mundial, ese trabajo, ese amor, ese viaje, esa meta; pero ¿qué es lo que sí tienes?, ¿qué es lo que sí queda?
Lo importante es en quién te convertiste en el camino a tu sueño; tus valores, tu compromiso, tu entrega, tu capacidad de crecer y adaptarte, de ir por arriba de las olas en medio de un mar picado.
Ahora quedas tú. Más sabio, más nítido, más iluminado. Per sólo si eres capaz de reunir los fragmentos de tu noche mental.
¿Qué harás en tu nueva cosmovisión? ¿A qué te invita la vida ahora? Ya eres otro personaje en una nueva historia.
Recuerda, sólo se pierde lo perdido.
Una franja tímida
La diferencia entre un jugador como Mbappé y un equipo de fútbol como el Puebla radica en la capacidad de procesar mentalmente, tanto lo que sucedió, como el presente. Vivir con la etiqueta del subcampeón del Mundo pesa, y mucho; sin embargo, la fortaleza mental ayuda a reconstruir la identidad de un atleta de alto rendimiento de los grandes circuitos; así, podrá integrar una versión mejorada de sí mismo.
En contraparte, desde hace años, La Franja poblana parece sólo hacer lo básico para no perder. Hacer lo que se pueda con los pocos recursos que se tengan a la mano. El objetivo deportivo no es ser un cuadro competitivo. ¿A qué juega el Puebla entonces?
Y es que si tú no tienes un plan para la vida, la vida tendrá un plan para ti; pero puede ser que este plan no te guste. Tener una meta nítida es el primer paso de un proceso deportivo, o de otra índole; pero si no tienes claro; ¿quién eres?, ¿para qué te alcanza? y ¿a dónde quieres llegar? Permanecer a flote y a la deriva valdrá tanto o más que tocar tierra.
La diferencia no es el continente, no son los millones de euros, ni tampoco lo es el uniforme; la diferencia es el cuento que te cuentas. Si la historia que te narras de ti mismo no te alcanza; será imprescindible crear otra.
Enfundarse en una playera enfranjada es ejercitar esa “costumbre de vivir a medias”, dijera Punset. La concentración, el foco y la gestión emocional de cada partido será una ola que irá cambiando de dirección a un barco sin timón.
Sólo se pierde lo perdido; y La Franja ha perdido mucho más que jugadores y partidos. Lamentable.