La inflación en México continuó su tendencia a la baja en septiembre por octavo mes consecutivo, registrando un índice anual del 4.45%, frente al 4.64% de agosto, según datos del Inegi. A pesar de estar ligeramente por debajo del pronóstico del mercado (4.46%), se mantiene por encima del rango objetivo del Banco de México, que es del 3% con un margen de un punto porcentual, marcando 31 meses consecutivos de inflación persistente.
La inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de energéticos y alimentos, también disminuyó por octavo mes consecutivo, alcanzando el 5.76% anual en septiembre, en comparación con el 6.08% de agosto. Sin embargo, los servicios aumentaron a un 5.23% anual, impulsados principalmente por el aumento en las colegiaturas.
Por otro lado, la inflación no subyacente aceleró su ritmo al 0.60% anual en septiembre, marcando su nivel más alto en los últimos cuatro meses. Los productos agropecuarios se moderaron, mientras que los energéticos y las tarifas gubernamentales experimentaron deflación por sexto mes consecutivo.
Algunas instituciones revisaron al alza sus pronósticos de inflación para el cierre del año debido a factores como el repunte en los precios del petróleo, el crecimiento del consumo, la fortaleza del mercado laboral y la persistencia de la inflación en los servicios.
En resumen, aunque la inflación en México ha mostrado una desaceleración en septiembre, persisten presiones potenciales en los meses venideros, especialmente en los precios de los energéticos y los servicios, lo que plantea desafíos económicos.