Cárteles mexicanos adoptan un enfoque discreto al operar en el extranjero, dejando armas al salir de México. Los representantes se dedican a negocios, asegurar proveedores y coordinar rutas sin generar violencia. Documentos filtrados de la Fiscalía General de la Nación de Colombia revelan más de 50 operaciones en más de diez países de América, Europa, Asia y Oceanía, identificadas como “relaciones comerciales”. Gobiernos como Colombia, Panamá, Estados Unidos, Inglaterra y Australia investigan estas actividades, obteniendo datos a través de la filtración del grupo Guacamaya. Las operaciones incluyen la coordinación de rutas internacionales de tráfico de drogas.
El análisis de la base de datos del proyecto #NARCOFILES revela que desde 2019, las autoridades han rastreado a seis grupos de la delincuencia organizada mexicana en Colombia: Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel de Oaxaca, Los Cuinis, Los Zetas y Los Arellano Félix. Estos cárteles realizan actividades delictivas como el tráfico y producción de drogas, minería ilegal, financiamiento a otros cárteles y lavado de activos. Se identifican 142 operadores criminales, incluyendo 12 con pasaportes mexicanos, que participan en transacciones criminales y se alojan en hoteles de prestigio en Colombia. Los cárteles mexicanos buscan socios locales y expanden sus operaciones a Europa y Oceanía, incluyendo el mercado de drogas sintéticas. A pesar de la falta de respuesta de las instituciones mexicanas, el análisis revela la expansión global de las actividades del crimen organizado mexicano.