México, Canadá y China están hoy en la mira del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien prometió elevar los aranceles a los productos provenientes de esos tres países desde el primer día de su Gobierno.
Según Trump, la medida será en represalia por la inmigración ilegal y el “crimen y las drogas” que cruzan la frontera hacia Estados Unidos -que aunque no lo especificó- este país es el mayor mercado consumidor de narcóticos del mundo.
“El 20 de enero, como uno de mis primeros decretos, firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un arancel del 25 por ciento a TODOS los productos que ingresen a Estados Unidos y sus ridículas fronteras abiertas”, escribió este lunes en su red Truth Social.
Amenazó con que este arancel permanezca vigente “¡hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales detengan esta invasión a nuestro país!”.
El próximo Presidente 47 advirtió que los vecinos de Estados Unidos pueden “resolver fácilmente este problema que lleva tiempo latente”.
Respecto a China, Trump afirmó que enfrentará aranceles más altos sobre sus productos –un 10 por ciento por encima de cualquier tarifa existente– hasta que frene el flujo de drogas ilegales a territorio estadounidense.
En la propia plataforma de Internet dijo que ha tenido “muchas conversaciones con China sobre las enormes cantidades de drogas, en particular fentanilo, que se envían a Estados Unidos, pero sin resultado”.
No pocos expertos, incluidos varios economistas ganadores del Premio Nobel, aseguran que los estadounidenses que votaron el 5 de noviembre por Trump basándose en sus promesas de reducir los precios podrían sentir en breve que probablemente las cosas no saldrán como querían.
Los electores hablaron en las urnas por los bolsillos, el costo de la vida, como un factor que decidió la victoria del republicano para un segundo mandato en la Casa Blanca.
Si bien es cierto que la inflación comenzó a disminuir, la guerra arancelaria que piensa lanzar en realidad provocaría un incremento de los precios.
Aunque algunos expertos no creen que imponer más aranceles sea una mala idea, la mayoría de los economistas y otros analistas coinciden en lo que expresaron 23 premios Nobel: las políticas de Trump serían peores para la economía que las propuestas por la vicepresidenta Kamala Harris.