Tres preguntas de team building

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Situaciones erróneas muy específicas del deporte ocurren en la empresa y suelen pasar tan desapercibidas porque se ha normalizado.

La comunicación es una de las áreas de oportunidad que siguen dando problemas en la interacción humana empresarial. Y es que comunicar no sólo es compartir una idea, es trastocar todo el sistema vivo de un interlocutor.

Te cuento: es una ocasión me invitaron a hacer una intervención de entrenamiento mental en un equipo de fútbol en la 1ª División. El equipo en cuestión tenía 4 partidos perdidos consecutivos. De lo primero que me di cuenta es que la principal creencia del sistema era: “Si nos meten un gol, aunque sea al segundo tres, ya se acabó el partido para nosotros. No seremos capaces de empatar y menos de ganar”.

Jugaban desde el miedo, jugaban al no perder y perdían. Sin embargo, el quinto partido fue importante. Cambió la historia y la creencia limitante. El equipo contrario anotó al minuto 24; hasta ese momento parecía que la historia se iba a repetir. Los reclamos, las faltas y la frustración volvieron a ser parte del estado mental y emocional del equipo que yo atendía.

Pasaron los minutos, empezamos a controlar los pensamientos y al minuto 43, con mucha suerte, empatamos. Era la primera vez en un mes que esto sucedía. Terminó el primer tiempo y nos fuimos al descanso. El ánimo y los comentarios en el vestidor eran positivos, se vivía un ambiente de alegría y esperanza. Incluso, había pláticas respecto a que se podía ganar el partido.

Cinco minutos antes de que terminara el descanso, entro al vestidor el director técnico. Con las manos en los bolsillos se paró en medio de aquel vestidor. Se hizo el silencio. Todos le pusieron atención. En entrenador recorrió con la mirada a todos y cada uno de sus jugadores, los miró de arriba abajo y sólo dijo: -Pues con lo que tengo, y señaló a los jugadores, lo único que les voy a pedir es que salgan a mantener el empate.

Antes de contarte el final de la historia, te diré que lo anterior es algo que ocurre mucho entre jefes y colaboradores en la empresa. Volviendo a la historia, el desánimo se volvió a apropiar del estado mental de los jugadores; la ilusión de poder ganar el encuentro se esfumó.

Pero eso no fue todo. Cuando un jefe da una instrucción a sus colaboradores debe entender que le está hablando a un equipo de trabajo y que, por lo tanto, los interlocutores tienen un rol en el desempeño de tareas específicas.

En el caso del director técnico y su equipo de fútbol la instrucción podría parecer precisa; sin embargo, cada línea de jugadores comprendió la instrucción con base en su función en el equipo; los defensas y el portero se echaron para atrás para defender su portería; los extremos se abrieron y los delanteros se fueron hacia la portería contraria buscando mantener el balón lejos de su propia meta.

En pocas palabras, el equipo se abrió y les anotaron otros tres goles. He visto que en las empresas pasa prácticamente lo mismo; como les comentaba, una instrucción que parece clara y precisa se entiende y ejecuta de manera caótica por parte de los colaboradores.

Van tres preguntas de team building que podrían dar solución a este tipo de problemáticas: 1.- ¿Cuál es el nombre del juego? En el ejemplo deportivo el nombre del juego no es “fútbol”, puede ser, jugar al contragolpe, salir saltando líneas, etcétera.

2.- ¿Cuáles son las reglas del juego? Esto implica que cada elemento sabe cuál es su rol específico en la tarea y qué se espera de él o ella. Aquí deben quedar muy claros los índices de satisfacción: ¿qué vas hacer? ¿Cómo lo vas a hacer?

3.- ¿Vale tu momento de vida jugar? Esta pregunta tiene que ver con el compromiso de cada colaborador. Cierto es que en una empresa no se le va a preguntar a nadie si quiere o no hacer las cosas; sin embargo, el compromiso es un valor medible y observable que debe quedar traducido en conductas específicas.

Eliminar los errores en la comunicación y acompañar el desarrollo de una indicación es parte de la responsabilidad de un jefe. Delegar no sólo es soltar un puñado de palabras; es ser corresponsable del proceso de comunicación y ejecución de la idea.

#palabradecoach

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