El concepto de éxito se ha romantizado y también, abaratado. Los gurúes de las redes sociales no se cansan de dar las recetas mágicas para alcanzar la vida exitosa.
Sin embargo, en muchas ocasiones, el cerebro y la mente no saben exactamente qué quieren lograr y si tal éxito es por propio deseo o es una expectativa de alguien más. En este caso, el camino hacia la tierra prometida se vuelve tan ajeno y las personas se transforman en seres escindidos, separados de sí mismos y de aquello que les da sentido.
La cultura actual ha convertido al éxito en tener y ya no en ser. Cuando el camino lógico es precisamente este: ser-hacer-tener. Para empezar, recordemos que hay tres niveles de aprendizaje: 1° hacer-lograr.
Este nivel es muy superficial, pues sólo se basa en la acción sin involucrar nada intrínseco de la persona; de hecho, ni siquiera valida el estado actual e inicial de quien pretende emprender el cambio. El contexto de partida es muy importante para cualquier logro en la vida.
El 2° nivel: paradigma-acción-resultado. Aquí ya encontramos mayor estructura, pues parte de una teoría establecida y muchas veces comprobada que suministra un modelo a seguir.
El 3er nivel: identidad-paradigma-acción-resultado es el más completo; el tomar como punto de partida la identidad de la persona nos proporciona las bases para realizar un cambio, profundo, de raíz.
Preguntarse: ¿Quién soy ante este nuevo destino que me llevará a mi éxito? Resulta un cuestionamiento necesario para saber si podemos sostener el cambio.
Te invito a preguntarte: los juicios, creencias, emociones, conversaciones y valores que te rigen hoy ¿te alcanzan para lograr el éxito que tienes en mente?
Las creencias tienen fecha de caducidad; pero pocas veces las validamos. Habrá juicios y creencias que seguramente deberán modificarse.
Toma en cuenta que la mente y la forma en que está constituido tu cerebro hoy es muy diferente a la mente y cerebro de quien quieres convertirte. La neuroplastía es imprescindible para el logro de éxitos en la vida.
Ahora bien, ¿Cómo sabes si el éxito que pretendes lograr es algo que realmente quieres? Recuerda que todo lo importante en la vida tiene que ver con encontrar el verdadero sentido en aquello que hacemos.
Si al iniciar los cambios en tu vida te sientes presente en cada paso del proceso y además sientes pasión, entonces estás en conexión con tu camino al éxito.
Todo empieza y termina en tu mentalidad. En la capacidad para negociar contigo mismo tus conversaciones internas y tus creencias limitantes. El cerebro no borra ni olvida; el cerebro sustituye.
Así que no se trata de eliminar las creencias limitantes, el camino pertinente es decosntruirlas para darles un nuevo sentido que te permita fluir. Decía Henry Ford: “Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, estás en lo cierto.”
En este sentido, ¿qué tan capaz eres para poner en marcha la acción, aunque no sea perfecta ni aprueba de errores?
En este punto hay de dos sopas: 1.- negociar con tu amígdala. Ella te hará pensar que todo es un peligro y que no eres suficiente. Tus miedos se harán presentes y te querrán atrapar en tu zona conocida al tiempo que subrayarán tus creencias limitantes: “No soy capaz de hacerlo”.
La sopa opcional implica realizar pequeños avances sin que tu amígdala se entere y te llenes de cortisol y pensamientos caóticos. ¿Qué tan difícil es? Debes conocerte muy bien.
Identifica qué tanto puedes avanzar en tu camino al éxito sin que se te detone el miedo. Ser consciente de tu cuerpo y tu mente es una de las principales habilidades que deberás entrenar.
Para finalizar la parte uno, te invito a realizar una tarea: según la psicología del éxito, es importante que tu visión esté alineada con tus talentos y tus intereses. Escribe detalladamente tu visión; realiza una lista de tus talentos, de los que ya tienes y de aquellos que consideres que debes tener, el neuroentrenamiento, por ejemplo.
Y por último, identifica cuáles son tus intereses, ¿para qué quieres lograr aquello que te propones? ¿En quién te convertirás en el camino a tu éxito? ¿Qué es el éxito para ti?
Recuerda: tú no estás frente al camino; el camino ya está en ti. ¡Avanza!
#palabradecoach