Es la pregunta recurrente. Cada vez más seguido, en todas las mesas donde me siento, la iglesia católica mexicana ha perdido “punch” ante la opinión pública. Absolutamente nadie se sabe el nombre del Cardenal Primado de México; mucho menos de los obispos y padres.
Que tiempos aquellos de 1979, cuando fue la primera visita del Papa Juan Pablo II, donde todos los mexicanos, incluido el Presidente López Portillo, se volcaron a recibirlo a pesar de que no existían relaciones diplomáticos con el Vaticano y la Iglesia no estaba reconocida por las autoridades.
La Iglesia se ha quedado adormecida ante los cambios del mundo. Sin duda, el pedófilo Marcel Maciel, les clavó una puñalada por la espalda, porque el daño que le hizo a la Iglesia fue mortal. Pero también tuvo parte de la culpa Juan Pablo II al encubrirlo y tapar todas sus fechorías. Lo mismo hizo con el Cardenal Marcinckus, responsable del desfalco al banco ambrosiano y que alcanzó el fraude los 1.300 millones de euros. Vivió cómodamente en el Vaticano protegido por el mismísimo Papa porque, si pisaba suelo italiano, sería detenido por las autoridades.
Y que decir del escándalo en la diócesis de Boston, donde decenas de padres estaban involucrados en casos de pederastia.
¿Quien iba a decirlo? la caída del comunismo a finales de los 80 también marcó el declive de la Iglesia Católica a nivel mundial, donde países como Polonia,Francia Italia y España han perdido a miles de fieles que se encuentran decepcionados con su Iglesia.
En México también va perdiendo fieles a pasos agigantados. Recordemos cuando el Cardenal Corripio Ahumada declaraba, eran las ocho columnas de todos los periódicos. Hoy en día ni siquiera nos sabemos los nombres de los jerarcas ante su nulo posicionamiento mediático.
Con excepción de los Jesuitas, que se involucran con la sociedad y traen un discurso atractivo para las clases populares, los demás están con la técnica del avestruz, donde esconden la cabeza sin darse cuenta de que todo el cuerpo quedó por fuera. Y ni hablar de los grupos radicales tanto de izquierda, Samuel Ruiz, o de extrema derecha, el Yunque, que lo único que han provocado es polarización y desgaste en la sociedad mexicana.
Si la Iglesia Católica quiere recuperar su esplendor debe ser más abierta a todos los grupos de la sociedad y saber comunicar con mayor eficiencia el evangelio, utilizando los mecanismos modernos que no son otros que las redes sociales y poner en la mesa el tema de una mejor distribución de la riqueza y el apoyo a los pobres.
Urge una nueva camada de sacerdotes que sepa entender los nuevos tiempos y no los actuales que se encuentran en el cómodo statu Quo, que solo conduce a la mediocridad.
Chayote
Alejandro Carvajal, diputado federal y brazo derecho de Alfonso Ramírez Cuéllar, que trae bajo el brazo la ley contra la usura que, sin duda, beneficiaría a millones de mexicanos. Por cierto mañana es nuestro invitado en Arte y Política a las 8pm no se lo pierdan.
Espina
La Guardia Nacional que tiene en total abandono la Autopista México-Puebla, donde los asaltos están un día sí y otro también y las autoridades ni sus luces. Urge una solución concreta y, como dice el refrán, lo que no suena lógico suena a metálico.
Es cuánto y recuerden Abrazos y no balazos