Hoy nos tocó gira de trabajo en CDMX, y obviamente para un servidor los alimentos son sagrados. Llegamos a “La barra de Fran”, excelente recomendación de mi querido amigo Enrique Esperó, y como siempre Fran nos trató de primera.
Ubicado en pleno corazón de Polanco, en la mítica calle de Emilio Castelar donde todos los restaurantes. ¡No son buenos, son excelentes!
Me dio mucho ver su plaquita de estrella Michelin abajo de la cabeza de toro de la entrada; me aclaró Fran que no es estrella, que es recomendación Michelin. Pero de todas formas Michelin es Michelin, aquí y en China. Felicidades por ese logro.
Llegamos, un cliente muy fifi, joven empresario, exitoso y un servidor, motivo por el cual le pedí que él pidiera por los dos. Independientemente que es un gran catador de vinos y experto gourmet. No me equivoqué le atino a todo.
Empezamos con una morcilla de Burgos que me trajo muchos recuerdos de la última vez que estuve ahí fue acompañado de mi Padre, el Pichón. ¡Estaba estupenda!
Acto seguido, llegaron los boquerones en un aceite de oliva extra virgen de primera y unas croquetas mitad de jamón y mitad de gambas. De plato fuerte, un lechón estupendo y un arroz con presa.
Ibérica que no le pedía nada a los mejores de Jorge Juan o Serrano en Madrid.
Maridamos con un pago de carrovejas que no tienen pierde. Para finalizar, un delicioso helado de miel acompañado de un orujo de hierbas de galicia, obvio para bajar lo que nos comimos.
Conclusión: cuando vayan a CDMX, no dejen de ir a la “Barra Fran”, se los recomienda su amigo Yayo que se equivoca en muchas cosas, menos en alimentos.
Chayote
Humberto Aguilar Viveros. Político profesional, ex presidente del Congreso del Estado y ex alcalde de Tepeaca, que fue nombrado por el gobernador electo, Secretario Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública. Enhorabuena estimado Humberto
Espina
Capitol Armonía Urbana. Anda circulando un video en todos los whats de esta empresa, donde sus propietarios presuntamente son unos estafadores; para desgracia mía, son los que administran el cluster donde vivo, lo cual me tiene muy contrariado.
Espina 2
Yayo Casas, que me comí las croquetas de gambas, siendo alérgico al camarón y, obviamente, hizo efecto en pleno viaducto Miguel Alemán, donde fue un infierno conseguir la famosa “Avapena”. Moraleja si son alérgicos a algún alimento, no le anden jugando al valiente, porque los efectos son devastadores.
Es cuánto. Y recuerden Abrazos y no balazos