Gerardo Pellico, el Judas del Yunque

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Si hay alguien a quien recriminarle traición por parte de mi familia sin duda tiene nombre y apellido y ese fue Gerardo Pellico Agüeros, que traicionó a mi padre como vil Judas.

Gerardo siempre tuvo muchos complejos. Fue el único de los hermanos que no fue exitoso. Su Padre fue un Gran Abarrotero con “La Imperial” enfrente de Catedral donde hizo historia.

Beto, un gran comerciante de Autos en la Juárez y posteriormente Presidente de la Beneficencia Española; sus hermanos, exitosos empresarios de vinos ¿y Gerardo Apá?!!

¡Exacto!, Gerardo terminó de contador de Toño Quintana en su constructora donde tenía que soportar mentadas y faltas de respeto con tal de no ofender al Jefe y poder llevar sustento a su hogar.

Me consta el resentimiento que le tenía a mi Padre. Una anécdota del año 1987 donde, en una pizzería de Perisur, en la cual nos encontrábamos Memo Bretón, Presidente de la canaco de Puebla; Rafa mi hermano y un servidor.

Donde Gerardo Pellico le recriminó a mi Padre, que como era posible que fuera a ser el Presidente de Concanaco, cuando él era hijo del Sr Pellico, el mejor abarrotero de Puebla y mi Padre solo tenía un título de Ingeniero civil y que ya le había dado instrucciones a Rodoreda para que Puebla votara en contra en la Asamblea de Concanaco en Mazatlán.

Pero también nos confesó que Quintana ya estaba ideando un plan para expulsarlo del yunque, debido a que era el único discípulo de Ramón Plata en activo.

Todo lo que nos dijo en esa pizzería se cumplió, mi padre ganó por 283 votos a favor y 1 en contra: el de Rodoreda que, por cierto, ya no es empresario.

Y Quintana ejecutó su venganza contra todos los discípulos de Ramón, finalmente había que borrar las huellas del cuerpo del delito.

Posteriormente, Pellico quiso afectarnos con boicotear la comida de Barttlet en la 25, pero ya con nulos efectos.

Sin duda, Gerardo Pellico le hizo mucho daño a Quintana; pero, pensándolo bien que quiere un autócrata le atinó, un borreguito que a todo te digan que si.

Pellico hoy en día solo es recordado por el discurso contra López Portillo que Quintana hizo, pero que no tuvo el valor de decirlo. El siempre fue una persona sin pantalones para decir las cosas de frente, siempre tuvo que usar a terceros. Y, cuando le llegabas a reclamar, siempre te decía que él no sabía nada, cuando él había ejecutado. Todo un verdadero cobarde en toda la extensión de la palabra.

Quintana además fue un miserable con su propia familia, a quienes tenía a pan y agua a pesar de tener muchas obras y negocios. A su propia esposa, no fue capaz de ponerle una enfermera de planta y a sus propios hijos los tenía con muchas limitaciones económicas.

Las personas miserables no crean legado y siempre que fallecen son odiadas por su propia familia, que vivió el infierno en vida, con los que se supone que eran los buenos de la historia y los hijos de Cristo Rey.

Porque Pellico y Quintana vivieron tanto tiempo juntos teniendo solo una puerta de por medio en sus oficinas. Muy fácil, los dos tenían unos complejos profundos de sentirse españoles cuando, eran más mexicanos que la memela. Y si no hubiera sido por la Iglesia Católica, a la cual se colgaron como clavo ardientes jamás hubieran pasado de ser el contador y el ingeniero.

Desgraciadamente para Puebla causaron mucho mal, que solo la historia juzgará.

Chayote

El gobernador Armenta con su cena Navideña en el centro expositor, demostrando un gobierno sensible y cercano a la gente.

Espina

Telcel, con su pésimo servicio que cada día está peor y sus paquetes que ya no duran nada, lo cual implica un aumento de precios disfrazada. Y la Profeco igual ni sus luces, es más, ni delegado hay en Puebla.

Es cuánto y recuerden Abrazos y no balazos.

Columna anterior: Ramón Plata, el Teco

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