¿Cuál es el mindset de la cultura empresarial de tu empresa? El sistema de juicios, creencias, emociones, conversaciones y valores son parte estructural de cómo se vive la empresa en diversos entornos sociopolíticos. ¿Cómo ser más competitivo y sortear los retos de nuevas etapas en los mercados internacionales y locales? Sería inoperante pretender asumir nuevos retos con una forma de pensar no actualizada. ¿Cómo podemos deshabitar nuestros hábitos de pensamiento?
Recuerda que como piensas actúas y esas acciones repetitivas se transforman en hábitos. Aquí cabe la pregunta: ¿qué has normalizado en tu vida? Un colaborador me dijo en una ocasión: “Es que las cosas siempre se han hecho así”. El problema radica en que ya no se cuestiona lo que se ha normalizado, por obviedad, la innovación se estanca. No se genera un nuevo observador; miradas antiguas para nuevos y retadores entornos suele ser una costosa combinación
Te invito a preguntarte: ¿qué es aquello que se ha normalizado como parte de la cultura empresarial? ¿Qué pretendes lograr y qué hábitos de pensamiento necesitarás integrar en tus equipos de trabajo? Para obtener respuestas acertadas es necesario analizar los posibles escenarios de los mercados.
Ahora que Trump asuma la presidencia de Estados Unidos, ¿qué nuevos retos deberé afrontar? ¿En qué parte de mis procesos debo generar nuevos hábitos? ¿Qué hábitos debo deshabitar?
El objetivo es hacer una mudanza: deshabitar y habitar nuevos hábitos. Toma en cuenta que un hábito es una red neuronal principal desde la cuál accionamos. Con el paso del tiempo esta red se ha fortalecido y tiene mucha dopamina. El reto está en aprovechar la neuroplasticidad del cerebro. En un principio las nuevas redes neuronales tendrán una carga pequeña de dopamina, pero con el paso del tiempo, se irán fortaleciendo cada vez más hasta volverse una nueva red neuronal dominante.
El proceso es retador, como siempre lo comento, pero mucho nos ayudará entender el “bucle del hábito”; éste se compone de: detonante, rutina, recompensa y deseo de repetir el hábito. Cada vez que realizas la cadena: disparador-rutina-recompensa, estás reforzando o creando un nuevo camino neuronal en el cerebro, esto es en sí la neuroplastía.
Toma en cuenta que los hábitos implican ejercicios dopaminérgicos; es decir, acciones que te generan placer. Construir nuevos bucles de hábitos requiere construir una red neuronal que no existía antes. ¿Cuál es la mejor manera de deshabitar y habitar un hábito? Para empezar, debes ser consciente de la estructura del hábito que quieres deshabitar: ¿cuál es el detonante y cómo te hace sentir el haber realizado esa acción habitual? Aquí puedes hacer lo siguiente: 1.- eliminar los detonantes del hábito; 2.- bloquearlos o 3.- reestructurar el entorno.
Si de empresas se trata, la tercera opción es la mejor; es un punto palanca, me refiero a una acción que mueve a los otros dos puntos. Al reestructurar el entorno podrás generar barreras físicas para bloquear la conducta que ya no deseas y por ende, eliminar los detonantes del hábito viejo. Esto es, en pocas palabras, deshabitar el hábito.
El siguiente paso está relacionado con una de las partes más importantes del hábito: “la recompensa”. Para empezar a residir en un nuevo hábito deberás tener claro cuál es la recompensa de las nuevas acciones; cada cerebro, cada persona tendrá las suyas. Puedes preguntarte: ¿qué beneficios hay detrás de mis nuevas tareas? Estoy hablando del propósito, del “para qué” me sirve realizarlas. La respuesta puede ser: “Conservar mi empleo”; “Irme de vacaciones”; “Cambiar el auto”; en fin, cada quién mentalizará su recompensa.
¿Cómo actúan los hábitos en nosotros? Somos seres de costumbres. Tenemos alrededor de 60.000 pensamientos diarios y el 90 por ciento de ellos son exactamente los mismos que los del día anterior; sí, con sus mismas acciones. Actúas y piensas automáticamente la mayor parte del día.
Ahora te pregunto: ¿tu caja de hábitos tira de ti o tú de ella?
#palabra de coach