Buenos días queridos lectores nos encontramos en Istambul, la verdadera Ciudad Imparable, primera vez que vengo a Turquía y verdaderamente me quede con el ojo cuadrado de lo impresionante de la ciudad.
Istambul es el paso obligado entre oriente y occidente donde convergen las 2 culturas en armonía, la antigua capital del imperio romano de oriente luce todo su esplendor empezando por su magnífico Aeropuerto, sin duda uno de los mejores del mundo, todo muy ágil, aduana, maletas y servicio de transporte.
Nos dirigimos a nuestro hotel en un taxi y cuál sería nuestra sorpresa de ver autopistas mejor que en la mismísima Alemania, el hotel Rennasaince By Marriott, padrísimo con alberca al Bósforo y unas vistas al mar espectaculares desde las habitaciones, las tiendas del hotel de primera en especial una de puros y otra de trajes a la medida, la cafetería con un desayuno bufete pocas veces visto en fin, en pocas palabras se los mega recomiendo, aparte de encontrarse en un barrio muy exclusivo tipo Polanco lleno de cafeterías y restaurantes con muy buen ambiente.
La ciudad está llena de gatos preciosos lo que le da un carácter muy especial.
Primera parada Santa Sofía, impresionante Mezquita que fue catedral y combina el arte bizantino romano con la actual cultura otomana, desgraciadamente solo pueden acceder los musulmanes por lo que nos tuvimos que conformar con entrar al mezanine de la misma y desde arriba observar todo su esplendor.
Posteriormente a una calle existe un museo de la mezquita donde te explican muy bien con audífonos en español toda la historia de la misma, enfrente se encuentra la mezquita Azul, que en lo personal me gustó más que la de Santa Sofía, ahí si pudimos entrar, es impresionante la cultura árabe, llena de arte e historia.
Posteriormente visitamos el mercado de especies donde ingresamos en un restaurante recomendado en la guía Michelin de comida típica turca muy bueno, hojas de parra, humus, yogurt con hierbabuena y por supuesto el tradicional gyro de cordero y de pollo, los postres muy ricos a base de pistaches, avellanas higos y dátiles, todas las calles tienen por lo menos una tienda de dulces, son muy populares en Istambul.
Terminamos el día con una excursión en barco por el Bósforo donde cruzamos al lado de Asia que también tiene su encanto.
Hoy nos tocó visitar el famoso Gran Bazar de Istambul, el cual es enorme, te pierdes ahí adentro, encuentras de todo hasta camellos, materialmente ya no aguanto mis pies de tanto caminar, pero gracias al pretexto de que tenía que escribir mi columna, me separé del grupo y me vine a tomar una deliciosa cerveza turca al restaurante Nusr Et, famoso porque su propietario le pone sal a la carne de una forma muy folclórica, y que se encuentra adentro del mismísimo Bazar, veremos que tal está la comida y en el artículo de mañana se los comento.
Todavía tenemos un día más en Turquía que he disfrutado mucho y la ciudad de Istambul que se encuentra limpia, segura sin ambulantes, con un metro de primera y con un desarrollo económico envidiable, donde ves obras por todos lados, tanto públicas como privadas, me pongo a pensar y esta si es la verdadera ciudad imparable, las demás son fake.
Chayote
Ricardo Morales por su exitosa serie “Gigantes Poblanos” y en particular por acordarse de mi Padre. Gracias Richard
Espina
Iván Galindo, ex morenista, ex mierista, ex manzanillista, ex riestrista y ahora neo yunquista que por pertenecer da palos de ciego sin entender ni siquiera del tema que habla, que el Beato Quintana lo redima.
Es cuánto y como dirían por aquí, Salam Malecum
Columna anterior: Iván y Osvaldo, los idiotas útiles del Yunque
