¿Cuál es la mentalidad que requiere un equipo para ser campeón en la Liga MX? ¿Cuál de los dos equipos estará mejor preparado mentalmente para esta final, América o Monterrey? Empecemos por diferenciar el éxito con lo que llamo “echeleganismo”; es decir, la falsa motivación.
La mentalidad en el deporte de alto rendimiento es un entrenamiento que debe planearse a lo largo de la temporada de competencia. El deportista debe prepararse física y mentalmente al cien por ciento en ambas áreas.
El fiel de la balanza puede ser “el autocontrol”. Se trata de la percepción que tiene un jugador respecto al control de las situaciones del partido. En este sentido las Águilas han demostrado , más que los Rayados, que pueden perder la cabeza más fácil, al caer en broncas baratas, discusiones y jaloneos que no los llevan a un mejor lugar del cual estuvieron antes de la pelea o de alguna falta.
Un ejemplo específico es el del americanista Rodrigo el “Búfalo” Aguirre. Excelente cabeza fría al cobrar un tiro penal ante Cruz Azul en la semifinal; sin embargo, tanta fue la euforia desbordada que al festejar se quitó la playera y se llevó la primera tarjeta amarilla. En un partido tan competitivo perder el foco de todo aquello que te mantiene en la competencia y en ventaja tiene un costo muy alto.
La segunda amarilla, como ya saben todos, fue por cometer una falta a la mitad de la cancha. Amas situaciones dicen mucho sobre el autocontrol del “Búfalo”. Es un jugador que tiene muchos recursos de fútbol, pero no suele controlar la parte emocional. La amígdala cerebral tira del jugador y no el jugador de la amígdala. O sea, quien manda en los adentros del Rodrigo Aguirre es su fácilmente desbordable emoción.
Así como hay jugadores en ambos equipos que pueden decidir en una jugada magistral el campeonato, también pueden echarlo abajo si no tienen un buen manejo mental del encuentro. Cometer una falta a mitad del campo, cuando tienes a todos tus compañeros para solucionar cualquier embate, es perder el foco. Nos habla de un personaje individualista el cual parece tener ciertos problemas para hacer equipo. Por otra parte, ese mismo individualismo le permite ser el goleador que requieren las Águilas para lograr el campeonato.
¿Quién lo dijera? América tiene el veneno y el antídoto en el mismo jugador. Por lo que respecta a nivel colectivo, el equipo de Coapa suele perder la cabeza fácilmente; es un cuadro de mecha corta. Si son capaces de enfocarse en el encuentro y tener presente cuál es el costo-beneficio de cada jugada podrán gestionar emocionalmente los dos partidos de la final.
Algunos entrenadores mentales piden a los jugadores no equivocarse; sin embargo, eso es realmente imposible; el error es parte del juego y de la vida. Lo importante es qué tan rápido te repones de ese tropiezo; saber que tienes al resto de tus compañeros como una red de apoyo, y, la cereza del pastel, enfocarte en la siguiente jugada. El reto para el cerebro es no anclarse en el error y desde ahí decidir el resto del juego.
Las protagonistas en ambos partidos de la fina serán las siguientes variables psicológicas; quien pueda controlarlas tendrá una mayor capacidad de lograr una ventaja y conservarla.
Conducta competitiva: ambos equipos están empatados. Han demostrado un alto nivel competitivo.
Autocontrol: Monterrey tiene ventaja en este rubro: se engancha menos en discusiones respecto al América.
Ansiedad: Empate. Ambos cuadros logran manejar la ansiedad de manera efectiva, incluso si es que van abajo en el marcador.
Locus de control deportivo interno: es la percepción de un jugador de que sus acciones y decisiones deportivas contribuyen y determinan el éxito del encuentro. En este sentido América ha demostrado una mayor consistencia, sobre todo en la última parte del torneo y específicamente en la Liguilla.
Neuroticismo: este rubro puede ser el que le eche a perder la fiesta a alguno de los dos finalistas. En pocas palabras, es el mal control de las emociones. El cuadro que gestione de mejor manera los momentos psicológicos del partido y el mar agitado de emociones de cada jugada será un serio candidato al campeonato.
¿Le alcanzará al América la mentalidad para ser un tricampeón o Monterrey tendrá una mejor gestión de lo mental?