Nos encontramos a escasos 15 días del cambio de poderes en el estado de Puebla y es oportuno hacer un balance entre la administración que se va y la que llega.
Sergio Salomón, sin duda, ha sido un gobernador conciliador que llega en un momento delicado para la gobernabilidad del estado, después del fallecimiento del gobernador Barbosa que solo llegó a destruir el tejido social y a polarizar a los grupos.
Una persona que ya no gobernaba y que estaba envuelto en un complot alentado por las yunquistas, Rosario Orozco y Verónica Vélez y por los calderonistas, Ernesto Cordero y Roberto Gil Zuarth para llevar a Lalo Rivera a la Gubernatura de Puebla.
Que obra hizo Barbosa?? Ninguna en 4 años.
Que hizo Sergio Salomón en 2 años? empezamos por reconciliar a los poblanos para lograr la paz social y la gobernabilidad.
En materia de obras, tenemos un congreso nuevo; CU 2 por los rumbos de Valsequillo en conjunto con la BUAP; el IPN llega a Puebla lo que reforzará el clúster educativo que sin duda es de los mejores del país, sumado con las nuevas vialidades y distribuidores viales que están por inaugurarse.
En materia política, sin duda, deja muy buenos resultados para su partido Morena llevándose carro completo, obviamente la buena selección de candidatos, sobre todo el de Alejandro Armenta ayudó mucho, pero sin duda Salomón jugó un papel fundamental para el triunfo de Morena en el Estado.
El único “negrito en el arroz” fue San Andrés Cholula, donde yo creo que si se pudo ganar. Ahí sí se equivocó Sergio lanzando un candidato sin arraigo, aunque también ganarle al PAN era una misión suicida en ese municipio.
En el balance también hay cosas negativas y en ese tema yo creo que su talón de Aquiles sin duda fue la inseguridad, donde las cosas se han complicado y urge acciones más efectivas para combatir a los delincuentes. El Gobernador Armenta mandó un muy buen mensaje con la designación del Almirante al frente de la SSP hay que darle el beneficio de la duda.
En el balance general Sergio Salomón cierra en positivos, desde aquí le deseamos el mayor de los éxitos en su nueva tarea al frente del Instituto Nacional de Migración, donde no la tiene fácil y menos con el huracán Trump.
Chayote
Ana Teresa Aranda, presidenta de la comisión del PAN que no se prestó a las triquiñuelas de su antigua secta y los paró en seco, evitando con ello que se manchara el proceso interno de lo que queda de ese partido en el estado.
Espina
Augusta Díaz de Rivera, que quiere hacer ganar a su candidato a las malas, queriendo inhabilitar a 11 consejeros que no le son afines y querer imponer a 4 nuevos consejeros; afortunadamente el Consejo Nacional no se prestó a sus oscuras triquiñuelas muy clásicas del Yunque y dé Emelhainz su verdadero jefe.
Que San Ramón Plata los redima.
Es cuánto. Y recuerden abrazos y no balazos
