Tras un aumento de 5% durante la pandemia, la pobreza en América Latina retrocede al nivel de 2014; sin embargo, 172 millones de personas no pueden cubrir sus necesidades elementales y 66 millones de ellas no pueden adquirir la canasta básica, revela un informe de la comisión económica para la región, que aboga por fortalecer los sistemas de protección social.
La pobreza en América Latina y el Caribe se redujo al nivel que tuvo en 2014 luego de haberse incrementado considerablemente en 2020 debido a la pandemia de COVID-19. En 2023, el 27,3% de la población regional vivía en situación de pobreza, una baja de 1,5 puntos porcentuales con respecto al año anterior, y de 5 puntos en comparación con 2020, según el más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) divulgado este martes.
La publicación precisa que la tasa de pobreza extrema alcanzó a un 10,6% de la población de la región, cifra inferior a la de 2022 en 0,5 puntos porcentuales, pero por encima de los niveles de 2014. En total, 172 millones de personas viven la pobreza y de ellos, 66 millones sufren pobreza extrema, apunta.
Los 172 millones en situación de pobreza no pueden cubrir sus necesidades elementales y los 66 millones en pobreza extrema no pueden adquirir una canasta básica.
El estudio atribuye en más de un 80% la disminución de la pobreza regional a Brasil, donde habita más de una tercera parte de la población regional y existen transferencias no contributivas. La CEPAL estima que sin Brasil, la cifra de pobreza hubiera sido de 28,4%.
La pobreza seguiría bajando este año
Para este año, la entidad de la ONU proyecta disminuya un poco, al 26,8%, lo que representaría a 170 millones de personas. La pobreza extrema la calcula en 10,4%.
Los datos desagregados indican que Colombia, El Salvador, Paraguay y República Dominicana redujeron la pobreza en al menos un punto. En Honduras y Perú, la pobreza subió.
Un total de doce países disminuyeron la pobreza, sobre todo gracias los ingresos de los trabajadores formales y a las transferencias públicas, las ayudas de emergencia y las pensiones no contributivas.
Desigualdad alta y movilidad social baja
En tanto, la distribución de la riqueza es aún más concentrada y desigual que la del ingreso, subraya el texto, que especifica que en 2021, el 10% de las personas de mayores ingresos concentraba el 66% de la riqueza total y el 1% más rico concentraba el 33%.
América Latina es una región de desigualdad alta, movilidad social baja y cohesión social débil con políticas sociales y sistemas de protección endebles, dice el informe, y enfatiza la necesidad de fortalecer la protección social para combatir la desigualdad.